miércoles, 25 de febrero de 2015

El Pozo Fuente de Laluenga

En el término municipal de Laluenga, provincia de Huesca, comarca del Somontano de Barbastro y a pocos pasos de su núcleo habitado sobrevive una descomunal estructura subterránea, que impresiona sobremanera ya que constituye una importante obra de ingeniería hidráulica, se trata del Pozo Nuevo que en antaño abastecía de agua a todo el pueblo y que hasta hace solo unas décadas éste pozo fue el principal punto de abastecimiento de agua incluso para otros pueblos de la comarca. Gracias a este pozo muchos fueron los pueblos que se beneficiaron cuando de calmar la sed se trataba, puesto que se dice que hubo años de sequía y se tenía que racionar la cantidad de agua a sus vecinos.
Laluenga posee tres pozos, de los cuales el llamado Pozo Nuevo estaba destinado para el uso alimenticio, el Pozo Alto ubicado en la entrada del pueblo en la que sus aguas tienen diferente composición, y el denominado Pozo Salado, estos dos últimos tenían otros usos. 
Pozo Nuevo
El manantial está al menos a 30 metros por debajo de la superficie, para acceder a ella hay que bajar por un amplio corredor dispuesto en escalones hasta la misma fuente excavada en la roca, llegué a contabilizar 65 escalones hasta llegar a una rejilla de protección en la boca del pozo el cual mana agua cristalina, a partir de este punto hay 8 o 10 escalones más que se pueden descender hasta una gran cavidad circular que almacena el agua.
Los escalones que descienden hasta la fuente son de arenisca y en sus extremos cerca de la pared tienen un mayor desgaste, ocasionado por el constante trajinar a lo largo de los años en las tareas de recogida diaria del agua que han ido dejando su huella en la piedra. Se puede observar que en varios escalones y a distintas alturas existen unas oquedades con forma redondeada las mismas que servían para asentar los cántaros, pues éstos tienen su base pequeña y redondeada y encajaban con aquellas oquedades. 
Aspecto actual de la escalinata
Oquedades sobre los escalones


Entrada al pozo, primer plano







Se ha logrado restaurar una parte de los escalones en el tramo superior y se ha adecuado una cubierta exterior, el resto de la estructura está totalmente como ha permanecido en durante siglos.
En un primer plano al descender se observa la amplitud de la entrada principal con su tramo descubierto y luego distingue el primer arco, de tipo apuntado estructurado con buenos sillares que se continua con otro arco similar dando lugar a una magnifica bóveda que adquiere mayor altura mientras más se descienda. 
El  primer arco parte desde media altura con respecto a las paredes laterales de mampostería que se asientan sobre el escalonado, el segundo arco apuntado está dispuesto aproximadamente en la mitad de la bóveda, lo que refuerza su estructura. Vista desde abajo la bóveda nos recuerda a las de los grandes templos medievales tanto por su altura como por su magnificencia.
Arco y bóveda apuntada
Detalles de la bóveda
 La bóveda, abierta por un lado y cerrada por otro por una pared vertical de sillería en el cual existe un escudo que ha perdido parte de sus detalles pero que data de 1766 y que podría hacer alusión a alguna reparación que pudo tener el pozo. Dicha pared en su base da lugar a un nuevo arco de características distintas, siendo éste tercer arco de medio punto dando origen a una pequeña bóveda en cañón, debajo del cual está asentada la fuente.
Escudo asentado sobre el muro
Arco de medio punto con bóveda en cañón

Sobre su antigüedad, se tiene conocimiento de que en el año 1395 el entonces poblado fue adquirido por Bernardo de Pinos mediante compra al Rey Juan I, por lo tanto para esa época el pozo debería haber existido, dado que en las proximidades no existe río para el abastecimiento de agua, de manera que con toda probabilidad existiría un primer pozo primitivo el mismo que a lo largo de los años fue convirtiéndose en lo que ahora apreciamos. Si retrocedemos aún más en el tiempo, en la época romana, pasaba muy cerca de Laluenga la calzada imperial Ilerda-Osca, por lo que al ser un cruce de caminos era imprescindible una fuente para agua de boca o abrevadero local.

Toda la estructura en general se mantiene en buen estado de conservación, no cabe duda que este pozo  de gran valor patrimonial al que muchos le denominan como "Catedral del Agua" es una auténtica joya en el Somontano.
La cámara misma del manantial está excavada sobre la roca natural, es de forma circular y tiene una buena profundidad, lo que por sus dimensiones hace pensar que puede albergar decenas de metros cúbicos de agua sin contar con el agua de las galerías subterráneas, dicha fuente por un lado se comunica con una galería también excavada sobre la roca y que se adentra varios metros, por otro lado tenemos una gran galería que está ubicada por justo por debajo de la escalinata y que también se comunica con la fuente central, existe además otra galería al lado izquierdo de la fuente dispuesta a 90º con respecto a las anteriores que están alineadas y una cuarta galería de menor tamaño situada a la derecha.
 
Fuente principal
Acceso a una galería, cubierta por el agua
Este no es el único pozo que existe en la zona, existe un vasto conjunto de acuíferos todos ellos provenientes de la cercana Sierra del Guara, distribuidas en varias localidades vecinas como por ejemplo, Ponzano, Laperdiguera, Monesma, Berbegal, Lagunarrota, etc, las mismas que están enmarcadas dentro de la Ruta de los Pozos del Somontano. Pero si se podría decir que éste,  el Pozo Nuevo de Laluenga  que es el de mayores dimensiones, en ocasiones hay demasiada agua que es necesario drenarlo, actualmente este pozo se utiliza para labores de regadío de cultivos y del campo de fútbol que se encuentra a pocos metros.
Panel informativo sobre el pozo fuente
En los años 30 se construyó una cubierta de cemento y una puerta para evitar que entrasen los animales, por lo que la gente de aquella época tenia que bajar a oscuras con los cántaros para recoger el agua, más adelante y con la instauración de agua potable por tuberías a las casas del pueblo se dejaría de utilizar el agua del Pozo Nuevo para beber, permaneciendo cerrado por varios años hasta que, en el año 1992 cuando se inauguran las piscinas es cuando se abre el pozo al público y a partir de ahí es cuando empiezan con las obras de restauración. Además a raíz de la apertura de este pozo es cuando se descubren los otros dos pozos del pueblo y también se descubren los otros pozos de los pueblos vecinos.

Visitar el sitio es muy recomendable, una vez en el pozo que por cierto está iluminado se puede visitar el Centro de Interpretación de los Pozos Fuente del Somontano, que está ubicado en una caseta adjunta al Pozo Nuevo, también para los más intrépidos que deseen ampliar información se pueden dirigir a la alcaldesa del pueblo Dña. Cristina Juarez que con gusto os hablará sobre la historia de los Pozos Fuente. 


sábado, 21 de febrero de 2015

La Sabina de Villamayor

No muy lejos de la ciudad de Zaragoza se puede llegar a un sitio que merece ser visitado, una vez en  la localidad de Villamayor de Gállego, continuamos aproximadamente 3 Km por la A-129 con dirección hacia Perdiguera, cuando tomamos un desvío a mano derecha por una pista que atraviesa campos de cultivos y en escasos cinco minutos llegamos al majestuoso árbol. Se puede llegar también por una pista que parte desde cementerio del pueblo. La verdad que ahora se accede de manera más fácil porque el camino que conduce hacia la sabina está balizado, cosa que hace un año atrás no lo estaba, lo que es una buena noticia, incluso se ha habilitado un panel informativo junto a un parking para vehículos y adecuado una pequeña senda peatonal escalonada dispuesta con traviesas de madera que conduce hasta la misma sabina, realmente da gusto ver que se haya recuperado y que se conserve este entorno natural, joya de Villamayor. 
Señalización que nos indica el camino



Espacio recuperado que invita a disfrutar un momento de soledad
La Sabina de Villamayor, de la especie Juniperus thurifera se la conoce también como Sabina Albar o Sabina blanca es un árbol bimilenario,  probablemente de las pocas especies bimilenarias que quedan en Europa. Esta especie de caracteriza por ser muy resistente a la sequia y que se adapta plenamente a temperaturas extremas. En zonas desérticas su crecimiento es muy lento, para que puedan crecer apenas un centímetro tienen que pasar muchísimos años.
 
Si nos ponemos a pensar por un instante nos damos cuenta que, éste longevo árbol de más de 2000 años ya estuvo presente en el momento aquel cuando un tal Caesar Augustus en épocas anteriores a los años del Señor, se dispuso a fundar la ciudad que finalmente llevaría su nombre.

En Aragón las sabinas crecen desde altitudes comprendidas entre los 140 msnm hasta los 1800 msnm, ésta sabina en particular, está asentada sobre los 200 msmn, siendo de las de menor altitud en toda la península, por el contrario las sabinas más altas se encuentran en la Sierra de Albarracín.


Sabina de Villamayor

Este ejemplar está asentado sobre  Los Monegros, una extensa región desértica situada en el valle del Ebro, la cual posee un ecosistema único en Europa. Antiguamente sabinas como ésta cubrían ampliamente tanto montes como llanos, no cabe duda de que las sabinas son los arboles más representativos de Los Monegros, aunque su número haya disminuido considerablemente hasta el punto de que, encontrar ejemplares relativamente medianos sea una tarea algo complicada. Se dice que en los años de la reconquista fueron talados bosques enteros para el aprovechamiento de sus maderas, y la historia también dice que durante el reinado de Felipe II (1556 - 1598) y debido a la destrucción de La Armada Invencible, fue necesario la reconstrucción de la flota, por lo que se talaron los grandes sabinares monegrinos, ya que por su gran resistencia aguantaba bien los impactos de los cañones y su madera flotaba más que las otras. Hoy en día su madera es muy apreciada por los leñadores.
Esta sabina constituye el único ejemplar que podemos divisar en varios kilómetros a la redonda y que sobrevive en la zona de Villamayor, testimonio de lo que fue en su momento un extenso bosque mediterráneo.

Tengo conocimiento de la existencia de otros ejemplares singulares de sabina, uno en la localidad de vecina de Monegrillo, se trata de la "sabina carrascosa" un ejemplar muy guapo, como dato de interés la sabina figura en el escudo municipal de Monegrillo; otro ejemplar de sabina singular lo encontramos en la localidad cercana de Alcubierre y asentada en una finca particular, en su sierra aún perduran árboles más jóvenes y bien adaptados así como en la localidad de Pallaruelo de Monegros; también encontramos otra sabina singular en Albelda comarca de La Litera a 140 km de Villamayor, es de menor altura y se dice de ésta que también es milenaria. Destacan además contados ejemplares en la Sierra de Albarracín los cuales figuran dentro del inventario de especies singulares de Aragón.

Hay sabina, sabina, si hablaras...

José Manuel Falcón, naturalista zaragozano y pionero del movimiento ecologista hablaba de la Sabina de Villamayor como el más monumental de los árboles monumentales, cuanta razón tenia. Falcón sentía un profundo amor por este árbol, en el año 2004 sus cenizas fueron colocadas sobre la sabina por deseo expreso suyo, actualmente existe una placa asentada sobre un yeso a los pies de la sabina en recuerdo de Falcón.
Memorial en recuerdo de José Manuel Falcón

"Piedras de yeso" muy comunes en la zona de Los Monegros
Sabina admirada también por José Antonio Labordeta, quien compuso una bellísima  canción titulada "La sabina" como  símbolo de resistencia del pueblo aragonés.

Allí permanece quieta
igual que la soledad,
pasa el tiempo por sus ramas
y no las puede truncar.

Quieta,
altiva,
la sabina
testifica
que bajo ella
se agruparon
los anarquistas.


Soporta la ira del cierzo
igual que un barco a la mar
y bajo la densa niebla
es como un ángel guardián.

Cuando paso por su lado
me entran ganas de abrazar
el viejo y duro tronco
que la hace realidad.

Y allí permanece enhiesta
como un monegrino más
sabiendo, como ellos saben,
lo duro que es pelear.



Desde lejos, en medio de cultivos de secano podemos distinguir su buen porte, tronco leñoso y copa redondeada y más de cerca apreciamos que su tallo principal se bifurca para dar lugar a dos imponentes brazos los cuales forman frondosas ramas, en una de sus ramas quedan los restos de un nido, probablemente de una rapaz que se albergó sobre el gigante solitario. Parece ser que nuestra sabina está fuerte y goza de buena salud.
Aspecto leñoso de su tronco principal y sus ramas

Nido proporcionalmente grande en una de sus ramas
En un día cualquiera resulta habitual ver a ciclistas BTT hacer rutas en estos áridos parajes y que paran a tomar un descanso bajo la sabina, descanso que sabe a gloria.

Acompañan a la sabina en su terrenal presencia centenares de plantas estepicursoras, aquí en los Monegros la llaman "capitanas" (salsola kali) pues se trata de esas plantas rodantes arrasadas por el viento que vemos por las carreteras cuando pasamos por alguna zona esteparia, también se visualizan plantas aromáticas como el romero,  el tomillo y la salvia que crecen cerca de árbol y que le ofrecen un toque fragante y puro a cambio de su reconfortable sombra.
Capitanas amontonadas cerca de la Sabina
  
Salsola kali, especie muy común en los Monegros

 
 




lunes, 16 de febrero de 2015

Primeras lineas

Saludos a todas y todos.
Empiezo a escribir éstas primeras líneas en ARAGÓN ADENTRO, un espacio en el cual trataré de dar a conocer con la sangre aventurera y el espíritu valiente, algunos rincones de este territorio vivo, de historias y leyendas, sus pueblos, valles, montañas y ríos, así como su gente y sus costumbres. Sobre todo de ese Aragón profundo, escondido y desconocido, pero que está presente y es ahí justamente donde queremos llegar.
A pesar de no ser aragonés de nacimiento, admiro Aragón. El hecho de vivir y compartir en esta tierra, de sentir el calor de su gente, de la familia y de los amigos, recorrerla de sur a norte y de este a oeste,  de contemplar los parajes más bonitos, los más espectaculares y también los más olvidados que inspiran un placentero sentimiento de sentirse uno más. Situaciones que me han hecho amar a ésta tierra y considerarla  como parte de mi vida.