sábado, 21 de febrero de 2015

La Sabina de Villamayor

No muy lejos de la ciudad de Zaragoza se puede llegar a un sitio que merece ser visitado, una vez en  la localidad de Villamayor de Gállego, continuamos aproximadamente 3 Km por la A-129 con dirección hacia Perdiguera, cuando tomamos un desvío a mano derecha por una pista que atraviesa campos de cultivos y en escasos cinco minutos llegamos al majestuoso árbol. Se puede llegar también por una pista que parte desde cementerio del pueblo. La verdad que ahora se accede de manera más fácil porque el camino que conduce hacia la sabina está balizado, cosa que hace un año atrás no lo estaba, lo que es una buena noticia, incluso se ha habilitado un panel informativo junto a un parking para vehículos y adecuado una pequeña senda peatonal escalonada dispuesta con traviesas de madera que conduce hasta la misma sabina, realmente da gusto ver que se haya recuperado y que se conserve este entorno natural, joya de Villamayor. 
Señalización que nos indica el camino



Espacio recuperado que invita a disfrutar un momento de soledad
La Sabina de Villamayor, de la especie Juniperus thurifera se la conoce también como Sabina Albar o Sabina blanca es un árbol bimilenario,  probablemente de las pocas especies bimilenarias que quedan en Europa. Esta especie de caracteriza por ser muy resistente a la sequia y que se adapta plenamente a temperaturas extremas. En zonas desérticas su crecimiento es muy lento, para que puedan crecer apenas un centímetro tienen que pasar muchísimos años.
 
Si nos ponemos a pensar por un instante nos damos cuenta que, éste longevo árbol de más de 2000 años ya estuvo presente en el momento aquel cuando un tal Caesar Augustus en épocas anteriores a los años del Señor, se dispuso a fundar la ciudad que finalmente llevaría su nombre.

En Aragón las sabinas crecen desde altitudes comprendidas entre los 140 msnm hasta los 1800 msnm, ésta sabina en particular, está asentada sobre los 200 msmn, siendo de las de menor altitud en toda la península, por el contrario las sabinas más altas se encuentran en la Sierra de Albarracín.


Sabina de Villamayor

Este ejemplar está asentado sobre  Los Monegros, una extensa región desértica situada en el valle del Ebro, la cual posee un ecosistema único en Europa. Antiguamente sabinas como ésta cubrían ampliamente tanto montes como llanos, no cabe duda de que las sabinas son los arboles más representativos de Los Monegros, aunque su número haya disminuido considerablemente hasta el punto de que, encontrar ejemplares relativamente medianos sea una tarea algo complicada. Se dice que en los años de la reconquista fueron talados bosques enteros para el aprovechamiento de sus maderas, y la historia también dice que durante el reinado de Felipe II (1556 - 1598) y debido a la destrucción de La Armada Invencible, fue necesario la reconstrucción de la flota, por lo que se talaron los grandes sabinares monegrinos, ya que por su gran resistencia aguantaba bien los impactos de los cañones y su madera flotaba más que las otras. Hoy en día su madera es muy apreciada por los leñadores.
Esta sabina constituye el único ejemplar que podemos divisar en varios kilómetros a la redonda y que sobrevive en la zona de Villamayor, testimonio de lo que fue en su momento un extenso bosque mediterráneo.

Tengo conocimiento de la existencia de otros ejemplares singulares de sabina, uno en la localidad de vecina de Monegrillo, se trata de la "sabina carrascosa" un ejemplar muy guapo, como dato de interés la sabina figura en el escudo municipal de Monegrillo; otro ejemplar de sabina singular lo encontramos en la localidad cercana de Alcubierre y asentada en una finca particular, en su sierra aún perduran árboles más jóvenes y bien adaptados así como en la localidad de Pallaruelo de Monegros; también encontramos otra sabina singular en Albelda comarca de La Litera a 140 km de Villamayor, es de menor altura y se dice de ésta que también es milenaria. Destacan además contados ejemplares en la Sierra de Albarracín los cuales figuran dentro del inventario de especies singulares de Aragón.

Hay sabina, sabina, si hablaras...

José Manuel Falcón, naturalista zaragozano y pionero del movimiento ecologista hablaba de la Sabina de Villamayor como el más monumental de los árboles monumentales, cuanta razón tenia. Falcón sentía un profundo amor por este árbol, en el año 2004 sus cenizas fueron colocadas sobre la sabina por deseo expreso suyo, actualmente existe una placa asentada sobre un yeso a los pies de la sabina en recuerdo de Falcón.
Memorial en recuerdo de José Manuel Falcón

"Piedras de yeso" muy comunes en la zona de Los Monegros
Sabina admirada también por José Antonio Labordeta, quien compuso una bellísima  canción titulada "La sabina" como  símbolo de resistencia del pueblo aragonés.

Allí permanece quieta
igual que la soledad,
pasa el tiempo por sus ramas
y no las puede truncar.

Quieta,
altiva,
la sabina
testifica
que bajo ella
se agruparon
los anarquistas.


Soporta la ira del cierzo
igual que un barco a la mar
y bajo la densa niebla
es como un ángel guardián.

Cuando paso por su lado
me entran ganas de abrazar
el viejo y duro tronco
que la hace realidad.

Y allí permanece enhiesta
como un monegrino más
sabiendo, como ellos saben,
lo duro que es pelear.



Desde lejos, en medio de cultivos de secano podemos distinguir su buen porte, tronco leñoso y copa redondeada y más de cerca apreciamos que su tallo principal se bifurca para dar lugar a dos imponentes brazos los cuales forman frondosas ramas, en una de sus ramas quedan los restos de un nido, probablemente de una rapaz que se albergó sobre el gigante solitario. Parece ser que nuestra sabina está fuerte y goza de buena salud.
Aspecto leñoso de su tronco principal y sus ramas

Nido proporcionalmente grande en una de sus ramas
En un día cualquiera resulta habitual ver a ciclistas BTT hacer rutas en estos áridos parajes y que paran a tomar un descanso bajo la sabina, descanso que sabe a gloria.

Acompañan a la sabina en su terrenal presencia centenares de plantas estepicursoras, aquí en los Monegros la llaman "capitanas" (salsola kali) pues se trata de esas plantas rodantes arrasadas por el viento que vemos por las carreteras cuando pasamos por alguna zona esteparia, también se visualizan plantas aromáticas como el romero,  el tomillo y la salvia que crecen cerca de árbol y que le ofrecen un toque fragante y puro a cambio de su reconfortable sombra.
Capitanas amontonadas cerca de la Sabina
  
Salsola kali, especie muy común en los Monegros

 
 




1 comentario:

  1. Hace unos años la sabina estaba protegida por un perímetro vallado...no sé si ha sido acertado quitarle dicha protección. Recordemos como mataron el cedro del Atlas centenario del solar lindante con Marqués de la Cadena en el Arrabal de Zaragoza...No tienen idea buena todos estos que seguramente quisieron"acercar" la sabina a la gente poniéndola en potencial peligro.

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